jueves, 9 de diciembre de 2010

Hell


En el fondo de mi alma,
necesitaba seguir viajando,
seguir conduciendo.
Y a pesar de nuestras trifulcas,
a pesar de sus protestas y caras largas
y del peligro y la incertidumbre de todo aquello,
a pesar de todo aquello, me sentia en el paraíso.
Un paraíso cuyos cielos eran de color de las llamas del infierno,
pero.....un paraíso al fin y al cabo.

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